A veces lo clásico y lo más sencillo es lo que más impacta. Sabores auténticos y tradicionales. Cuantas veces preguntas a un niño que es lo que más le gusta y te dicen “huevos fritos con patatas”, pues esta receta me la hacia mi madre, aunque le dimos un toque muy especial.
Ingredientes
Dos patatas grandes para freír
4 huevos de campo
Salsa de tomate
AOVE
Para la salsa de tomate:
8 tomates rojos
una cebolla grande
Un pimiento verde
Aceite de Oliva Virgen Extra
Un poco de agua
Elaboración
Para hacer la salsa de tomate simplemente cortamos muy finita la cebolla y el pimiento y lo ponemos a pochar en una sartén con un par de cucharadas de AOVE, ponemos un poco de sal para que rinda antes y dejamos hasta que la cebolla esté transparente. Añadimos los tomates rallados apartando la piel que podamos (normalmente al rallarlos nos quedamos con la mayoría de la piel en la mano) Dejamos que se evapore el agua de los tomates y dejamos que se cocine todo dando alguna vueltecita. Añadimos una pizca de azúcar para quitarle la acidez del tomate natural y añadimos sal al gusto. Para terminar la salsa trituramos todo con la batidora y un poco de agua tibia.
Mientras se hace el tomate podemos pelar las patatas y las cortamos en finas y largas tiritas (patatas paja) ponemos un poco de sal y freímos en abundante aceite caliente para que queden doradas y tiesitas, alguna incluso crujientes.
Los huevos los freímos, si es posible al nido en aceite caliente y un poco de sal en la yema, ladeamos la sartén con fuego fuerte para que acurruque todo quedándose crujiente por fuera y muy blandito por el centro y la yema.
¡Hora de emplatar!
Una cama de salsa de tomate, después añadimos las patatas y esparcimos algunas virutas, encima ponemos el huevo y en la cima de todo más virutas de jamón…
Utiliza un pan blanco tierno, come por separado o mézclalo todo y disfruta de este plato tan tradicional y rico.
A veces en la sencillez (que no fácil) está el gusto. ¡Buen provecho!
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